TRASTORNO DISOCIATIVO

 Los trastornos disociativos son un grupo de enfermedades que se caracterizan por una alteración de las funciones integradoras de la conciencia, la identidad, la memoria y la percepción del entorno. Esta alteración puede ser repentina o gradual, transitoria o crónica. En su evaluación debe tenerse en cuenta la perspectiva intercultural, ya que estos trastornos son una expresión frecuente y aceptada de las actividades culturales y de las costumbres religiosas de muchas sociedades, incluye:

 a) la amnesia disociativa: caracterizada por la incapacidad para recordar información personal importante, generalmente de naturaleza traumática o estresante, que no puede achacarse al olvido ordinario. Suele aparecer tras haber sufrido acontecimientos traumáticos o situaciones muy estresantes, que no puede achacarse al olvido ordinario. 

 Suele aparecer tras haber sufrido acontecimientos traumáticos o situaciones muy estresantes (automutilación, intentos autolíticos, explosión de violencia, acontecimientos bélicos, catástrofes naturales etc.), remitiendo a veces el cuadro de forma espontánea si se aparta al individuo de la situación que ha originado el trastorno. Puede ser localizada (no se recuerdan los acontecimientos que ha originado en un periodo de tiempo circunscrito) o selectiva (se recuerdan algunos acontecimientos que se han presentado en ese periodo de tiempo). La duración de los episodios de amnesia puede comprender desde minutos hasta años.

 b) la fuga disociativa: se identifica por la desaparición del sujeto de su domicilio o trabajo durante horas o días, a continuación de la cual se produce una amnesia masiva del periodo de fuga. Ocasionalmente el individuo afectado refiere haber sentido una identidad distinta a la suya (como si fuera otra persona). La mayoría de veces existen factores psicosociales, temporalmente relacionados con la conducta de fuga. En la fuga disociativa se incluyen algunos síndromes definidos culturalmente como "síndromes de huida".

 c) el trastorno de identidad disociativo o personalidad múltiple: caracterizado porque el sujeto habla o se comporta como si tuviera dos o más personalidades, hasta el punto que una de ellas dirige su conducta. Cada personalidad se vive como una historia personal con una imagen, una identidad e incluso un nombre distintos... Normalmente hay una identidad primaria que responde al nombre del individuo y se manifiesta pasiva, dependiente, culpable y depresiva. Las identidades alternantes poseen habitualmente diferentes nombres y rasgos que contrastan con la identidad primaria que responde al nombre del individuo (suelen ser hostiles, dominantes y autodestructivas). El tiempo que requiere para pasar de una identidad a otra suelen ser segundos, pero a veces esta transición se realiza gradualmente. El estrés psicosocial produce una transición de una identidad a otra.

 d) trastorno de despersonalización: que se manifiesta por la presencia de episodios persistentes o recurrentes de despersonalización, caracterizados por la sensación de extrañeza o distanciamiento de uno mismo. El individuo se siente como si fuera un autómata o como si estuviera en un sueño. Se mantiene intacto el sentido de la realidad y esta sintomatología provoca malestar y deterioro de la actividad normal de la persona.

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