CLEPTOMANÍA


 ☞Entendemos por cleptomanía como un trastorno mental poco frecuente en el que la persona no puede resistir el impulso de robar objetos, que la mayoría de veces tan siquiera necesita, entra dentro de los trastornos del control de impulsos.

 Mario: "Todo empezó en el carrefour de Petrer, iba de vez en cuando a hacer la compra, allí podías encontrar multitud de artículos, siempre me llamó la atención que hubiera tantos vigilantes de seguridad, alguna vez había visto a alguien haciendo alguna fechoría como en caja dejar el salchichón enrollado en una esquina del carro como que ha sido un descuido y no pagarlo, también sabía de gente que los cortaúñas caros como los de Wilkinson al ser tan pequeños se los metían en el bolsillo como si nada... También me hacía gracia un vecino que tengo que cuando era pequeño y no le compraban lo que querían lo cogía y se lo metía en el bolsillo, pero eran chupa-chups y objetos sin importancia...

 Todo esto de robar, me parecía algo lejano a mí puesto que económicamente nunca me ha faltado, no obstante, un día la curiosidad me picó, no sé cómo pude caer, era una época en la que estaba deprimido, había una sección nueva de parafarmacia con artículos muy interesantes a la par de caros, había unas cajitas de omega-3 de muchísima calidad pero a un precio muy alto, pense ¿y por qué no...? Total, lo metí en el carro, me fui lejos donde no había cámaras (ángulos ciegos), le quité la pegatina de alarma, la tiré y me metí la cajita en un bolsito que llevaba y pensé la excusa de que si alguien me preguntaba decir que la cajita era mía de otra compra y ya... Me dirigí a la caja, estaba algo tenso, deseando de salir de allí, pagué lo que tenía en el carro y me fui, fue una sensación como de satisfacción, me había ahorrado 29€... La próxima vez que fui a carrefour se me pasó por la cabeza, me dije a mí mismo que ya no más, pero es que había algún que otro artículo aún más caro que me apetecía tener, pero no quería gastarme el dinero, como las tintas de la impresora, son tan pequeñas, pero a la vez tan caras, si pudiera cogerlas... Cuando me quise dar cuenta ya las tenía en el carro, la tinta multicolor y la negra, me fui a la sección de chucherías y papas, allí no hay cámaras, abrí las cajas, saqué las tintas, les quité la pegatina alarma y me las metí en el bolsillo, las cajas de la tinta las tiré entre las bolsas de papas... Cuando salí del carrefour me había ahorrado unos 70€, ya tenía tinta para imprimir en casa para medio año.

  Así poco a poco, fui hurtando más cositas, que pudiera guardarme o en los bolsillos o en el bolsito... Cuando me quise dar cuenta, tenía en mi casa un montón de artículos hurtados, porque cada vez que iba me llevaba un "capricho", en cierto modo sabía que estaba mal lo que estaba haciendo, pero la satisfacción de haber "ahorrado" y tener esos artículos, en cierto modo me compensaba y la conciencia la callaba.

 Estuve haciéndolo como cuatro meses, yo creo que podría haber sacado en total más de 1.500€ porque me llevé muchos recambios para la impresora, alguna crema lujosa y recambios para la maquinilla de afeitar y cepillo eléctrico... E incluso algunos de los objetos que robaba los regalaba, vamos que encima quedaba bien...

 Todo parecía como en una película, pero como todo mal acto, tiene un final... Un día fui, con mi bolsito, mis gafas de sol y se me quedó mirando una chica de seguridad, supongo que vio algo raro en mí, hice la compra, hurté alguna cosilla y bajé la guardia de meterme en el bolsillo en una zona donde había cámaras... Me fui tan contento a la caja, donde estaba uno de seguridad dando vueltas como siempre, había un señor mayor de seguridad plantado, cuando terminé de pagar, se acercó a mí y me dijo: "¿Me puedes acompañar?", le dije que sí tímidamente, sentí que se me caía el mundo encima, él iba andando y yo detrás de él con el carro, todo muy discreto, hasta llegar a una puerta de hierro, donde me dijo: "Entra", me llevó a una habitación muy fría y cerró las puertas: "¿Qué has cogido?", me dijo que me pusiera de pie y me cacheó, miró la chaqueta, el carro, volcó el bolsito... Y empezó a sacarme los colores, dijo de llamar al director de carrefour para ver si me ponía una denuncia (lo cual implicaría que habría un juicio y me quedarían antecedentes penales por hurto menor, una vergüenza), el director no estaba por suerte, me dijo que no tenía pinta de necesitar robar y menos lo que estaba robando, que no me complicara la vida y que me veía muy joven, hicieron un cálculo de lo que había robado que tenía que pagar o llamaban a la policía, me advirtió que si volvía a suceder, llamarían a la policía y me meterían en el calabozo. Total, me acompañó a la caja central, donde tuve que pagar todo lo hurtado, con mucha discreción, la gente de alrededor no sabía en el lío en el que estaba metido, se quedaron una copia de l ticket de lo que había robado, le dije que no volvería a pasar y salí del carrefour muy rápido, apenas pude cenar.

  Me informé en internet sobre lo que había hecho, las grabaciones sólo pueden tenerlas un mes y luego las tienen que borrar, a no vaya ser que vayas a juicio, por debajo de 400€ se considera hurto es un delito leve. Tuve mucha suerte."

 La terapia conductual es la más empleada en este problema, aunque el tratamiento se verá influenciado por la gravedad y recurrencia. Algunos sociólogos explican que el motivo de que la cleptomanía haya ascendido es debido a la sociedad de consumo y exceso de productos en la que vivimos.

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