INDEFESIÓN APRENDIDA

 Entendemos por indefensión aprendida como "haga lo que haga, mi conducta no podrá modificar las consecuencias", el concepto de indefensión aprendida va ligada al psicólogo experimental Seligman. 

 El descubrimiento del proceso se hizo en la experimentación en perros que habían estado expuestos a estímulos aversivos que no podían controlar, cuando se les colocaba en una situación similar, pero en la que podía controlarse la estimulación aversiva no hacían nada para neutralizar dicha estimulación, sino que se agazapaban, aullaban y se limitaban a soportar dicha situación: habían caído en la indefensión aprendida.

 Se propuso la indefensión aprendida como un análogo de la depresión reactiva humana y se explicaron los dos fenómenos mediante una teoría cuyo concepto central era el de la expectativa de incontrolabilidad.

  Una ayuda para salir a flote siempre nos puede venir bien, pues los acontecimientos negativos pueden producir depresión. La persona deprimida no lucha por evitar los sucesos sombríos y cae en un estado de indefensión que llega a durar muchos meses, a veces incluso años. Lo mismo sucede en violencia de género con las mujeres maltratadas, que no abandonan a sus maltratadores y que ni siquiera se plantean salir de la situación. En esos casos, hace falta una ayuda exterior para cambiar las pautas de reforzamiento.

 Mediante psicoterapia, se pueden vislumbrar los puntos claves de la indefensión aprendida para cambiar la neblina que padece el paciente en la conciencia, pudiendo solventar la problemática derivada.

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