SOLUCIÓN DE PROBLEMAS

 La solución de problemas es un proceso metacognitivo por el que los individuos comprenden la naturaleza de los problemas de la vida y dirigen su intentos hacia la modificación, bien el carácter problemático de la solución misma o bien de sus reacciones hacia ella, según la definición de Nezu (1987). En el campo de la psicología conductual, el entrenamiento de los individuos en habilidades de solución de problemas se denomina terapia de solución de problemas. Este tipo de entrenamiento comprende una serie de habilidades específicas en vez de una única capacidad.

 La solución de problemas abarca cinco procesos interactuantes, cada uno de los cuales aporta una determinada contribución. Estos procesos son:

a) orientación hacia el problema: proceso motivacional que puede tener un efecto estimulador o inhibidor generalizado sobre las restantes cuatro áreas de solución de problemas. Un aspecto clave de esta fase implica el reconocimiento y clasificación adecuados de los problemas.

b) definición y formulación del problema: busca la evaluación de la naturaleza de la situación problema y la identificación de un conjunto de objetivos o metas realistas. Se enseña al sujeto a hacerse cinco preguntas: ¿quién?, ¿dónde?, ¿cuándo?, ¿qué?, ¿por qué?, todas relacionadas con la situación problemática. Al definir y formular problemas se enseña a los individuos a plantear objetivos específicos que desearían alcanzar.

c) generación de alternativas: se trata de que el sujeto busque el máximo de soluciones alternativas que pueda. Para ello se le dan tres reglas: principio de cantidad, principio de aplazamiento de juicio y principio de la variedad, con objeto de  que disponga de la mayor cantidad y variedad de soluciones posibles, sin juzgar todavía su valor.

d) toma de decisiones: se entrena al sujeto para que identifique un amplio número de consecuencias potenciales que podrían ocurrir si una alternativa particular se pone realmente en práctica. Se definen como soluciones eficaces aquellas que se caracterizan por máxima de consecuencias positivas y una cantidad mínima de consecuencias negativas.

e) puesta en práctica de la solución y verificación. La primera parte implica la aplicación de las opciones escogidas, mientras que el segundo aspecto implica la vigilancia cuidadosa y la valoración de los resultados reales de la solución.

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