PSICOLOGÍA DE LA PERSONALIDAD

 La personalidad es una agrupación estable de tendencias a actuar, pensar y sentir de una forma particular, permite predecir una conducta futura. Describir la personalidad de alguien es básicamente crear una imagen de esa persona a partir de los diversos fragmentos de información disponibles sobre ella. Esa descripción casi siempre implica reducir un conjunto de tendencias de conducta a un conjunto menor de cualidades y atributos.

 Las teorías de la personalidad suponen que a partir de unas cuantas características generales es posible deducir cómo es el individuo. Las características que primero te vienen a la mente cuando piensas en una persona son las que más resaltan en ella, cuánto más destacado sea el rasgo, tanto más útil es para predecir su conducta y distinguirla de las demás personas.

 La función de la personalidad es permitir al individuo adaptarse al mundo de la mejor manera, se puede concebir como una herramienta de supervivencia. Las teorías de la personalidad tienen en cuenta que nadie encaja perfectamente en una categoría determinada, un importante concepto psicológico es el de las diferencias individuales, las teorías son utensilios para entender el complejo mundo del comportamiento, el pensamiento y las emociones del ser humano. Todos hemos utilizado alguna vez una teoría de la personalidad para clasificar a alguna persona.

 Una personalidad normal según Millon y Escovar (1996), implica mostrar capacidad para afrontar el ambiente de un modo flexible y percepciones y conductas típicas que fomenten el aumento de la satisfacción personal.

 Dentro de la personalidad cabe explicar qué se entiende por temperamento y por carácter:

 Temperamento

 Es la dimensión biológica de la personalidad e incluye características innatas de la persona, determinadas genética y constitucionalmente. Respecto al temperamento, muchos autores han aportado definiciones y clasificaciones:

Costa y McCrae (1985) propusieron los conocidos cinco grandes factores (Big five), del temperamento:

1. Neuroticismo: tendencia al malestar psicológico y a la conducta impulsiva.

2. Extraversión: tendencia a implicarse en situaciones sociales y a sentir alegría y optimismo.

3. Apertura a la experiencia: curiosidad, receptividad a nuevas ideas y expresividad emocional.

4. Amabilidad: grado en que se muestra compasión y hostilidad a los demás.

5. Responsabilidad: grado de organización y compromiso con los objetivos personales.

Carácter

 Incluye factores ambientales (psicosociales) que influyen en la personalidad, por aprendizaje, a través de la experiencia y la socialización. Esta dimensión psicológica es la más importante en los trastornos de la personalidad, especialmente, los llamados esquemas, pues son estos los principales factores alterados en las personas con trastorno de la personalidad. Los esquemas son aprendidos a través de la educación y la experiencia y son las creencias básicas del individuo, con las que organiza su visión de sí mismo, del mundo, de las demás personas y del futuro como las "leyes" que consideran rigen todos estos componentes, son la base de las actitudes, los sentimientos y las conductas.

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