RELATIVIZAR

 Relativizar es aprender a restarle importancia a aquellos sucesos que transcurren en nuestra vida, lo cual no es lo mismo que pasotismo, es una herramienta de bricolaje emocional. Se fundamenta en detenernos a pensar lo grave que es ese problema o preocupación y tras esa reflexión, darle la importancia que se merece, no más, no dejar que ese suceso nos hunda.

 Aprender a relativizar va a darte mucha vida, porque la mayoría de las veces los sucesos que nos enfadan son de lo más insignificantes... Y por muy necias que sean, no sabemos darle la importancia que merecen y terminan robándonos la paz y la alegría que debemos tener en la vida.

 Darle mayor relevancia a los sucesos de lo que realmente la tienen es algo muy habitual, lo que es meter la pata en una situación y estar dándole vueltas varias semanas, generando unas rumiaciones que bien pueden parecer un TOC. Luego pasados unos años la persona se da cuenta del tiempo invertido en ese sufrimiento y que realmente no ha servido de nada. Relativizar es dejar de hacer un mundo de un problema que es pequeño como una cereza. La mayor parte de los sucesos que transcurren en nuestra vida son catalogadas como "buenas" o "malas", pero recuerda que la importancia de los sucesos se la das tú.

 En psicoterapia muchos pacientes piden ayuda por algún suceso que hayan podido tener en sus vidas, una metedura de pata en el trabajo, una infidelidad, una traición... Que les genera un malestar psicológico tremendo, cuando se les ayuda a relativizar el problema sienten un alivio instantáneo para no tener que sentir tanto sufrimiento. Hay variedad de técnicas, una de las más sencillas es imaginar que el mismo suceso le ha tocado vivirlo a otra persona.

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