SABIDURÍA PERSONAL

 Potenciar la sabiduría personal permite elevarte al siguiente nivel... Con estos siete mandatos podrás hacerlo:

 1-De la unidad y de la potencialidad pura: en todo cuanto existe subyace la unidad de una energía que todo lo inunda, penetra y envuelve y cada uno de nosotros es la posibilidad eterna. El yo auténtico basa su fuera en la consciencia de ser parte de esa energía, libre de condicionantes ataduras y servilismos. Qué es lo que estimula: el silencio fecundo de la meditación, la ausencia de juicios de valor y de críticas, estar en frecuente conexión con la naturaleza en su quietud infinita y todopoderosa.

 2-Del fluir entre el dar y recibir: todo fluye, nada debe estancarse o bloquearse, ni el poder, ni el amor, ni la energía, ni la riqueza. Mientras más demos, más recibiremos y en mayor abundancia. Qué es lo que lo estimula: reconfortar a quien llega hasta ti con una palabra de aliento, una sonrisa, caricia o ayuda. Mostrarte feliz y muy agradecido por vivir, por tener salud, por todo lo que has recibido y recibes de los demás. Hacer circular los dones, bienes y riquezas que la vida y la naturaleza ponen a tu alcance.

3-De la casualidad: lo que siembras, cosechas: nuestras acciones siempre generan consecuencias. Ante una contrariedad, en vez de responder de forma impulsiva y descontrolada, esperemos y reflexionemos serenamente sopesando las circunstancias. Qué lo estimula: pensar bien antes de hablar o de obrar, proponerte no reaccionar jamás movido por tus vísceras, sino dándote un tiempo para recuperar la calma interior y decidir  con mente y corazón.

 4-De la armonía del universo: la misma armonía y energía en equilibrio que rige el universo es la armonía y energía de nuestra naturaleza humana, pero el estrés, los conflictos y las contrariedades pueden quebrar ese equilibrio. Hay tres recursos importantes que lo estimula: aceptar lo inevitable, aprovechar lo positivo de la experiencia y adoptar la actitud del junco, que se doblega pero resiste cualquier peso o fuerza.

 5-De la atención y la intención de cada acto: en plena sincronía y armonía con el universo, en el que todo está organizando hacia un fin, nuestra atención debe estar plenamente activada y focalizada en el presente y nuestra intención y deseos del futuro. Qué lo estimula: acostumbrarte a concertar tus deseos y propósitos por escrito, con un orden de prioridad, y dedicar unos minutos de meditación cada día a ellos, mientras se cumplen, aceptar el presente como te viene, sin olvidar que el pasado es recuerdo y que el futuro es proyecto y que el futuro es proyecto de tus intenciones y deseos.

 6-Del desapego y la incertidumbre: el ser humano vive buscando una seguridad imposible, por eso se apega a las cosas, per es la sabiduría de la incertidumbre, de lo desconocido, la que nos rescata del adocenamiento, de la involución y la desesperanza, pues abre abanicos de infinitas oportunidades. Qué lo estimula: evitar dirigir a los demás, convencemos de que la mayor seguridad a la que podemos aspirar es aprender a vivir y a disfrutar de las inmensas posibilidades que nos depara la inseguridad que nos acompaña desde el nacimiento hasta la muerte.

 7-Del fin de la propia existencia: todo tiene su porqué y su para qué en la vida, nada es al azar. Cada persona es un ser irrepetible con un propósito existencial en beneficio propio y de sus semejantes.  Qué lo estimula: reflexionar sobre los rasgos de tu personalidad que te hacen diferente y preguntarte cómo puedes contribuir al bien común.

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