TOC, la enfermedad de la duda

  El TOC, Trastorno Obsesivo Compulsivo, conocido por algunos autores como "la enfermedad de la duda", es una enfermedad mental de curso crónico caracterizada por la presencia de obsesiones y compulsiones. La padecen entre el 1-2% de la población general, presente por igual en ambos sexos.

 Los fenómenos obsesivos tienen como rasgos característicos:

a) su carácter coercitivo con imposibilidad de control

b) la tendencia a la repetición incesante

c) lo absurdo de sus contenidos

d) la vivencia angustiosa que provocan

 Los pensamientos obsesivos pueden materializarse en forma de palabras, frases o rimas de contenido obsceno, blasfemo o estrafalario, en otras ocasiones, el paciente vive atormentado por imágenes obsesivas, comúnmente de naturaleza violenta o sexual, que reiteradamente asedian su mente. Los temas más universales en esta enfermedad son: escrupulosidad física (contaminación) o moral (pecado) y a la duda o imposibilidad de inclinarse a una opción, siendo frecuentes también las cavilaciones interminables sobre un tema concreto.

 Las ideas de contraste aparecen cuando un estímulo de matiz positivo despierta un significado opuesto, como la ocurrencia de pensamientos sacrílegos suscitados por la contemplación de una imagen sagrada en el caso de un paciente beato. En otros casos, el sujeto repite mentalmente un contenido concreto de significado ilógico o banal (melodía de una película, número de teléfono, etc). Para neutralizar la ansiedad que producen las obsesiones o estímulos que pueden desencadenarlas el paciente recurre a rituales o compulsiones, que pueden ser tanto motores (limpieza, extrema lentitud, exceso de orden...), como cognitivos (contar, cantar, operaciones matemáticas...).

 ¿Por qué también se conoce al TOC como la enfermedad de la duda? Imagina a una persona con TOC que se va a dormir, pero piensa que se ha dejado el grifo abierto del aseo, se levanta para comprobar que no es así y se vuelve a acostar, una vez acostado le asalta otra vez la duda de si está abierto y le toca levantarse a comprobarlo de nuevo... Es como vivir con una duda constante.

 El tratamiento más efectivo para el TOC es farmacológico (antidepresivos específicos) y terapia cognitivo-conductual (técnicas de exposición y prevención de respuesta compulsiva entre otras). En casos extremos se ha llegado a acudir a la cirugía.

 Es importante mencionar que hay pacientes que padecen obsesiones y no tienen un TOC, en alguna ocasión me ha llegado algún paciente condenado con un diagnóstico TOC falso, veamos un ejemplo:

 Carlos era un hombre de 45 años, casado y con tres hijos menores de edad, vivía en su suntuoso ático en Alicante, no tenían ningún tipo de problema de salud y a su familia no le hacía falta de nada. La relación matrimonial empezó a enfriarse por parte de su mujer y Carlos lo notaba... Un día un buen amigo de Carlos le dice que había visto a su mujer en Monforte en un bar coqueteando con un hombre e incluso le enseña varias fotos que hizo con su móvil donde aparece su mujer muy cariñosa con otro hombre... Desde entonces Carlos está todo el día pensando en su mujer, cuándo sale, cuándo entra, empieza a preguntarle y su mujer lo niega todo de una forma sospechosa, le coge el móvil cuando su mujer no está y lee conversaciones cariñosas con ese mismo hombre, finalmente por la angustia y falta de resolución del problema, acude a un psiquiatra que le dice que su problema es que tiene TOC, que es obsesivo, que por ello no puede parar de pensar en su mujer y comprobar en todo momento adónde está...

 ¿Realmente Carlos padece un TOC? Por supuesto que no, está obsesionado como consecuencia de la insatisfacción en la relación de pareja y la angustia ante una infidelidad que no ha sabido solucionar adecuadamente, no obstante su psiquiatra le ha pautado una medicación que le alivia, pero que para nada solventará el problema, haciendo de él un posible paciente crónico.


 En consulta, se pretende el siguiente objetivo terapéutico, resumido en cuatro puntos:

1- Que el paciente tenga un funcionamiento en las distintas áreas de su vida con la mínima interferencia posible de las obsesiones y las compulsiones.

2- Minimizar al máximo los comportamientos compulsivos o rituales.

3- Solventar los conflictos vitales clave y el estrés emocional que alimentan los patrones de comportamiento obsesivo-compulsivo.

4- Que tenga una buena adhesión al tratamiento farmacológico (si lo hubiese).

 Puede ser de tu interés la película "Mejor... Imposible" (1998) donde Jack Nicholson encarna a un escritor que padece TOC severo y se le encomienda cuidar un simpático perrito, la película es una comedia.

 Te obsequio el libro "dominar las obsesiones" del doctor en psicología Pedro Moreno, es una guía para pacientes completa y adecuada que muchos psicólogos recomendamos a pacientes con problemática obsesiva: